Para esta entrada he tomado prestado el título con que Cabrera Infante cuenta la historia de uno de los personajes en la novela "Tres tristes tigres". El original es "Ella cantaba boleros", y cuenta la historia de un estrafalario personaje de la noche habanera: "Y sin música, quiero decir sin orquesta, sin acompañante, comenzó a cantar una canción desconocida, nueva... porque ponía algo más que el falso, azucarado, sentimental fingido sentimiento de la canción, nada de la bobería amelcochada, del sentimiento comercialmente fabricado del feeling, sino verdadero sentimiento y su voz salía suave, pastosa, líquida, con aceite ahora, una voz coloidal que fluía de todo su cuerpo como el plasma de su voz y de pronto me estremecí".
Así es también este hombre que canta a capella. No supe su nombre, sólo su voz, de espontáneo cantante de boleros en la Plaza de la Catedral silenciosa y atenta...
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