Les propongo aquí una un plan de velada
nocturna diseñado especialmente para una pareja de vacaciones en La Habana. Se trata de un plan simple
y relajado después de un día de playa en la cercana Santa María del Mar o de
una larga caminata por el casco antiguo de la ciudad. El interés de esta propuesta
es, sobre todo, permitirle conocer aproximadamente el presupuesto y las
acciones de una salida nocturna en pareja por la ciudad.
Presupuesto aproximado (por
pareja): 60 CUCs.
20:30 h. Tómese un taxi y
pida que le lleve al Templete, en la Plaza de Armas y junto al hotel Santa
Isabel en el antiguo palacio habanero de los condes de Santovenia.
Suba a su terraza superior (en la azotea)
y pidan para empezar la jornada una cerveza, un mojito o lo que les
apetezca. La vista de la entrada de la bahía habanera y el castillo de El Morro
iluminado a esa hora es única (foto). Déjese
acariciar por la brisa que esa hora peina La Habana y que se deja sentir especialmente en este punto.
21:30
h. En el propio Templete a donde arribó una hora antes encontrará taxis disponibles.
Algunos son viejos coches de los años ’50 con los que puede arreglar el precio
de una paseada por el Malecón hasta el torreón de La Chorrera a velocidad de no
más de 30 km/h. Contemple con calma el Malecón habanero y la gente que esa hora
disfruta de la brisa. Luego pida que le conduzca a La Zorra y el Cuervo, en La Rampa. La Zorra y el Cuervo es el
club de jazz más famoso de La Habana. Todas las noches a las 22:00 h abre
sus puertas a un comprometido público ávido de las excelentes
actuaciones como las que La Zorra y el Cuervo le tiene acostumbrados.
23:00 h. Una hora y media de jazz está bien, a
menos que sean unos fanáticos de este género en cuyo caso pueden quedarse y pedir
algo para comer, un sándwich por ejemplo. Pero mi propuesta es que a esa hora
abandonen la Zorra y el Cuervo y echen a andar recto por La Rampa en dirección
contraria al Malecón. A esa hora La Rampa
-que es el nombre con que se conoce a este tramo de la calle 23- es de las zonas más animadas de la ciudad. A
la altura del hotel Habana Libre, doble por calle L, frente al Habana Libre, en
la esquina de L y 25 encontrará una paladar de cuyo nombre no logro acordarme…
y que no es Don Quijote. Se trata de un lugar fresco, tranquilo y con una carta variada,
internacional y criolla. Atención personalizada. Perfecto para terminar la
jornada.
Terminada su cena cruce la calle y encontrará
taxis disponibles en la piquera del Habana Libre.
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