Por
su forma, casi tan ancha como larga, La
Habana Vieja es posible desandarla en cualquier
dirección. La diferencia estará en el aspecto de este trozo de ciudad que puede variar según el rumbo que tomemos. En la medida que el viajero se adentra hacia el sector sur del casco
histórico encontrará que esta parte aún espera por una necesaria y urgente
restauración, en tanto si lo hace a lo largo del eje que marca la margen oeste
de su bahía notará cómo las obras de rescate emprendidas le devuelven una
imagen bien diferente.
Tal es el caso si parte del Museo de la
Revolución en la calle Refugio entre Misiones y Zulueta,
y avanza hacia el este cruzando bajo los soportales del aledaño Museo de la
Música (Palacete Pons). De aquí, y bajando por la calle Cuba, apenas unos
doscientos metros, encontrará el bar-restaurant Cabaña, con su magnífica
terraza donde se sirven tragos y comida ligera. De continuar por esta calle y
por la misma acera del bar Cabaña, marcado con el No. 64, hallará el antiguo
Palacio Pedroso, hoy sustituido el ilustre apellido por el de la Artesanía.
Frente al Palacio de la
Artesanía existe un conjunto de tiendas y cafeterías un
tanto improvisadas, tenderetes donde, si le apetece, puede saborear un
buen vaso de guarapo (jugo de caña) frío, con o sin ron. El guarapo aquí se
extrae de la caña de azúcar empleando un procedimiento manual, rudimentario que
sintetiza el proceso industrial de los antiguos trapiches o fábricas de azúcar.
A
partir de este lugar se extiende una franja de unos 80
metros en la que es posible contemplar restos de los
cimientos de las antiguas murallas que protegían La
Habana, cañones y un trozo de muralla: es la antigua
Maestranza. Al final, observará el viandante un pequeño castillo cuyo aspecto
puede parecer antigu, pero que fue construido en el siglo XX. Pero no pierda la
ruta, pues a partir de este punto, o bien puede adentrarse en el casco
histórico siguiendo la calle Cuba o derivar por el camino que le llevará frente
al castillo y continuar hasta distinguir, una treintena de metros más adelante,
la fachada del seminario de San Carlos y San Ambrosio, y que junto a la catedral
de La habana constituyen sus dos principales joyas de la arquitectura religiosa
cubana.
En
la Plaza de la Catedral está la
Galería Víctor Manuel, donde se ofrecen pinturas,
artesanía y orfebrería de la mejor calidad y los mayores precios, por supuesto.
Junto a la galería, el restaurante El Patio en el antiguo palacio del marqués
de Arcos convertido ahora en lugar de frecuentación turística y desde cuya
terraza, en la planta alta, es posible admirar una de las mejores vistas de la
plaza. A pocos metros de este restaurante, por la calle Empedrado, encontrará
la mundialmente famosa Bodeguita del Medio, y más allá de La
Bodeguita, rebasado un edificio de viviendas contiguo,
el palacio de la condesa De la
Reunión, un ejemplo del barroco cubano del siglo XVIII, hoy
sede de la
Fundación Alejo Carpentier.
Llegado
a este punto, le sugerimos retroceda otra vez hacia la
Plaza de la
Catedral y el Callejón del Chorro. Al final de este
callejón, cerrándolo, se encuentra el Taller Experimental de Grabados de La
Habana donde xilografías y serigrafías de lo mejor de este arte en Cuba
se ofrecen a precios más que aceptables, aunque dependerá, obviamente, de su
gusto. Reconocidos artistas como Eduardo Roca (“Choco”), José Omar
Torres, Carlos del Toro y Ángel Rivero (“Andy”), entre otros, exhiben y
venden su obra en este taller.
Junto
al taller se encuentra la paladar Doña Eutimia, de las mejores de La Habana.
Ver:
Abandonando la
Plaza de la
Catedral cubierta
de adoquines y surcada por atractivas mulatas ataviadas como criollas del siglo
XIX y que se pasean de un lado a otro sin más razón que atraer los lentes de
las cámaras de los turistas, nos dirigimos por la calle San Ignacio en
dirección sur, apenas un par de cuadras hasta la calle Obispo donde
torceremos hacia la izquierda. La calle Obispo es la mejor conservada del casco
histórico. Justo en la esquina de Obispo y San Ignacio existe una tienda de
confecciones especializada en trajes de hilo y lino. Ascendiendo por la calle
Obispo otra vez en dirección a la bahía pasaremos frente al hotel Ambos Mundos,
justo en la esquina que forma con la calle Mercaderes. Este hotel fue
residencia temporal del escritor Ernest Hemingway durante sus primeros años en
Cuba. Notará durante el recorrido por este tramo de calle la insolente
arquitectura de un moderno edificio que actualmente alberga al Ministerio de
Educación. El edificio fue erigido en los terrenos que originalmente ocupaba la
Real y Pontificia Universidad de La
Habana, lo que recuerda la pequeña campana original de este
plantel conservada en la esquina de Obispo y Mercaderes. No quedó nada más.
Pero
la calle Obispo continúa flanqueando el antiguo Palacio de los Capitanes
Generales, la farmacia herbolaria, el museo de la plata -donde se exhibe
una amplia muestra del arte platero en la isla desde los tiempos coloniales-,
así como la casa más antigua que se conserva de La
Habana, marcada con el número 119. Igualmente el paseo le
llevara a pasar frente a las Oficinas del Historiador de la Ciudad, el
restaurante de comida criolla La
Mina (recomendamos el tasajo criollo).
La
calle Obispo desemboca en la Plaza de Armas, antiguo centro político de la
colonial. El lugar ofrece una agradable brisa marinera y la sombra de numerosos
árboles. Vale la pena sentarse en uno de sus bancos en la tarde a ver jugar los
niños de las escuelas cercanas que se reúnen allí entre restaurados
palacios y guías que lideran pequeños grupos de turistas, los guías con los
brazos extendidos señalando aquí y allá en una rara calistenia que
sus acompañantes siguen con ojos desmesurados. De la calle Obispo y en
dirección sur, nace la calle Oficio, por la que tomaremos hacia la
Plaza de San Francisco y que debe su nombre a la
antigua basílica que flaquea su lado sur. Hoy esta basílica es una sala de
conciertos. En el lado opuesto a la basílica de San Francisco se halla la
Lonja del Comercio, un edificio construido en 1909 a
instancias de un comerciante catalán. El edificio fue restaurado en los años
’90 del siglo pasado como recinto de oficinas para firmas y representaciones
comerciales extranjeras. Sobre la cúpula de este edificio existe una
hermosa estatua del dios Mercurio, obra del escultor italiano Juan Bolonia;
lástima que una estructura agregada al techo del edificio como parte de los
trabajos de modernización impidan contemplarla adecuadamente. Al centro de la
plaza existe una primorosa fuente tallada en mármol, obra del escultor italiano
Giuseppe Gaggini y conocida como Fuente de los Leones, uno de los
orgullos habaneros.
Continuando
por la calle Oficios, siguiendo la ruta al sur, bajaremos un par de cuadras
hasta la calle Teniente Rey por donde torceremos el rumbo esta vez en dirección
oeste, hasta la de Mercadere, y ya habremos llegado a la
Plaza Vieja. Por el contrario de lo que indica su nombre,
esta plaza es la más joven de las plazas recorridas. La
Plaza Vieja era el centro comercial de la colonia, y
aunque no puede compararse en belleza a ninguna de las anteriores, nadie niega
su valor como parte del sistema de plazas que articularon la
Habana antigua.
LEYENDA DEL PLANO.
1.- Museo de la Revolución. Antiguo Palacio
Presidencial.
2.- Museo de la Música. Antiguo palacio de la
familia Pons.
3.- Bar Cabañas.
4.- Palacio de la Artesanía. Antiguo palacio de la
familia Pedroso.
5.- Restos de la antigua muralla.
6.- Dependencia de la Policía Nacional. Castillo
construido en el siglo XX.
7.- Seminario de San Carlos y San Ambrosio.
8.- Catedral de La Habana
9.- Bodeguita del Medio
10.- Palacio de la Condesa de la Reunión. Actual
sede de la Fundación Alejo Carpentier.
11.- Restaurante El Patio.
12-. Galería Victor Manuel.
13.- Paladar Doña Eutimia
14.- Taller experimental de Grabrado.
15.- Museo de Arte Colonial.
16.- Tienda de confecciones tradicionales.
17.- Farmacia
Taquechel. Museo.
18.- Terrenos que ocupaba la Real y Pontificia
Universidad de La Habana. Hoy Ministerio de Educación.
19,- Monumento a la antigua Universidad.
20.- Hotel Ambos Mundos
21.- Palacio de los Capitanes Generales. Museo.
22.- Museo de la Plata.
23.- Palacio del Segundo Cabo. Actualmente sede del
Instituto Nacional del Libro.
24.- Castillo de la Real Fuerza. Museo y galería de
arte.
25.- El Templete. Aquí se fundó La Habana en 1519.
26.- Plaza de Armas.
27.- Hotel Santa Isabel. Antiguo palacio de los
condes de Santovenia.
28.- Restaurante La Mina.
29.- Hostal Valencia.
30.- Lonja del Comercio
31.- Café Oriente.
32.- CADECA
33.- Plaza y basílica de San Francisco.
34.- Plaza Vieja.
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